17.22 del domingo y mientras escribo esto tengo un resfriado, todo por dormir con el culo al aire.

y ahora no se si enviarle ese mensaje de rigor diciéndole lo mucho que me gustaría que aquello se repitiese.

La verdad, creo que es de esas personas que superan la segunda cita y la tercera, que muchos no llegan/mos a eso en ocasiones, pero...me da miedo conocer a la gente y aunque quiera, me cuesta empezar de cero como siempre digo.

Estaba solo, viendo a mis amigos mientras disfrutaba de aquel momento de tranquilidad, música, con mi cerveza pensando en lo dura que había sido la semana y como había sobrevivido un fin de semana más intacto. Y llegó él, hablándome como quien encuentra a un viejo conocido, con su mirada indescriptible, entre pícara y buena, llena de secretos interesantes que se revelaban en cada conversación. Giraba la cabeza, reía, se quedaba pensativo ante mis tretas y artimañas absurdas, pasaba el tiempo y las palabras se acortaban entre nosotros, superaba las expectativas, ¿podía ser alguien especial? El chico que la otra vez “no buscaba nada” ahora me buscaba y me estaba encontrando.
Las señales revelaban feeling, se acerca a hablarme y le beso, se extraña y no me corresponde. ¿ esta es la segunda vez que me rechazas?_ le digo_ Y río buscando una respuesta, leyendo las reacciones de su rostro.
Y entonces me besa.

Todo acaba con el confeti sobre nosotros mientras nos besamos, cerca de mi mesa guardo una de esas obleas de papel que caían de forma mágica cuando nos besábamos.

Y aquí ando, pensando en frío, analizando cada conversación y entretejiendo teorías y explicaciones, conociendo…
Y creo, presiento, temo que sea pan para hoy y hambre para mañana, y es que no solo de hidratos vive el hombre pero yo por mis circunstancias no se si arriesgarme aún a sabiendas de que puedo predecir lo que va a pasar. No es que tenga una bola de cristal, que también, pero a veces la gente somos más predecibles de lo que creemos y si un comportamiento se repite en el pasado, hay muchas papeletas de que se repita en el presente, en mi presente, en una posible relación presente.

En fin, fui un poco caradura cuando le besé y ahora creo que aún a pesar de las discrepancias, en frío, voy a dar el paso hacia donde me lleve, aún a sabiendas de lo que puede pasar viviré el presente. Es duro, pero, una vez más corresponderé y empezaré de cero dejándome llevar como una persona normal, inexperta, llena de sentimientos. Olvidando lo que se y a que me dedico viviré esto como si fuera la primera.

Mejor un ¿por qué hice eso? Que un ¿Por qué no lo hice?

Allá vamos, deseadme suerte.